Lhasa es la capital de la
provincia del Tíbet, que está dentro del territorio de China. Es una de las
ciudades a más alta altura del mundo y está situado en un valle entre las
montañas del Himalaya. Un paisaje sin duda memorable si sabes cómo apreciar
este pedazo de ciudad atascado en las montañas.
La ciudad cuenta con varios
lugares turísticos como el Palacio Potala y Norbu Linka que eran las casas de
verano del famoso líder espiritual tibetano Dalai Lama. Potala es una fortaleza
que se encuentra en una pequeña colina en el centro de la ciudad, es la mayor
altura sobre el mar en todo el mundo arquitectónico. Todo el palacio se construyó
en granito y tiene alrededor de mil habitaciones y salones ricos en diseño y
detalle.
Todas las ceremonias
budistas del Dalai Lama se llevaban a cabo en este palacio. El palacio
Norbulingka era considerado de veraneo y tiene la forma de un rectángulo y
junto con el palacio Potala son parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
La calle Barkhor está situada
en el centro de la ciudad y tiene una gran cantidad de tiendas, supermercados y
restaurantes, todos dispuestos en un formato circular. Las tiendas en esta
calle traen los mejores productos locales y de trajes y adornos tibetanos,
además de los mejores productos del Nepal y la India.
El truco es ir temprano a la
calle Barkhor, justo a las 9 en punto de la mañana. Es en este momento cuando
se puede disfrutar de las artesanías y los artesanos locales, además de hacer
un buen negocio en los precios de los productos básicos. Sin embargo, esta
calle es incluso más hermosa en la noche, cuando ves sus bombillas de colores.
Un espectáculo inolvidable.
Lhasa es ciertamente es diferente
a cualquier cosa que hayas visto, mezcla un aire de tranquilidad con un toque
de centro turístico. Es una ciudad muy popular si quieres adentrarte en el
Himalaya, ya que sirve como preparación para las grandes alturas de tan abrupta
cordillera.
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