Comenzamos el día con una visita que nos llevaría toda la mañana, el espectacular palacio de Schonbrunn. Este palacio fue la antigua residencia imperial de los Habsburgo, tiene unos jardines que quitan la respiración, e incluso podemos encontrar en el interior de estos jardines un zoo. El palacio cuanta con la friolera de 1040 habitaciones. Por supuesto, durante la visita, sólo te dejan ver 41 de éstas habitaciones, y nada de sacar fotos, totalmente prohibido.
Por la tarde nos dimos una vuelta, por el edificio Hundertwasserhaus, famoso por el colorido que tienen sus casas con tejados ajardinados y ventanas irregulares. Visto esto, tocaba pasar por el centro e ir de compras, a partir de la chocolatería Demel, se abren un par de calles con todo tipo de tiendas para satisfacer a todo comprador compulsivo.
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