Visitando el paraíso: Islas Seychelles

Situadas al noreste de madagascar, en pleno océano índico, nos encontramos con este grupo de islas en el que más de uno reconocería el auténtico paraíso, siendo más conocidas como la perla del índico.

Para poder viajar a estas islas hay que tener en cuenta que no nos vale cualquier aeropuerto de europa, puesto que la compañía con la que más frecuencia podéis viajar hasta allí, Air Seychelles, ofrece vuelos desde Londres, París, Roma, Milá, Frankfurt y Zurich. Si os interesa las rutas completas desde donde poder viajar, podéis descargaros este pdf.

Debido a la gran diversidad de culturas existentes en las islas, los idiomas predominantes son el inglés y el francés. No os va a hacer falta ningún tipo de visado especial para acceder a las islas, pero eso sí, no hay que olvidar que todos los visitantes deben pagar una tarifa medioambiental de 100 dólares. En cuanto a la moneda, se usa la rupia seychellense, y para haceros una idea, 1 euro viene a ser unas 7 rupias aproximadamente. Una vez que aterricéis en el aeropuerto, os encontraréis en la capital, Victoria, en la isla principal del archipiélago: Mahé.

Os dejo aquí, una página web desde la cual podéis ver los diferentes mapas de las islas: ver mapas

Y en cuanto a la mejor época para viajar, depende un poco de lo que queráis hacer allí. Los meses ideales para el buceo son desde marzo hasta mayo y desde septiembre a noviembre. Si en cambio, lo vuestro es el windsurf o la vela, lo mejor es ir en mayo o en octubre, puesto que son los meses en los que más viento hay.

¿Y qué podemos hacer en las islas? Obviamente, todo el que se acerca hasta aquí es para desconectar del mundo, descansar y disfrutar de la tranquilidad y de la naturaleza del lugar, bien sea en sus playas, o paseando por el interior de las islas. También es muy recomendable coger alguno de los barcos que recorren las islas desde los cuales se pueden observar los fondos marinos, los corales y la inmensa diversidad de peces que pueblan las islas. Os dejo acontinuación una serie de lugares que no habría que dejar de visitar en nuestra visita a las seychelles.

Los Jardines Botánicos de Victoria: resultan muy recomendables para dar cortos paseos a la sombra, entre una gran variedad de árboles autóctonos e importados. El recinto de los jardines dispone de una cafetería, un terrario para tortugas gigantes y un jardín de orquídeas.

Las Playas: son sin duda, la gran atracción de esta zona, una de las más conocidas es Beau Ballon, situada sólo a 3km de la capital, Victoria, y podéis ir en autobús hasta allí o si no, dando un paseo. Si estáis pensando en hacer buceo o snorkel, lo mejor es dirigiros evitar las playas de norte, debido a sus aguas un poco más movidas. Para esto lo mejor es dirigrise a ile Souris, en el este y en la costa oeste, Anse Soleil y Anse Petite Police.

Parque Nacional Marino de Ste. Anne: se trata de un lugar magnífico para la práctica del buceo. Moyenne tal vez sea la mejor isla para visitar, aunque sólo es posible acceder a ella en visitas turísticas organizadas. Es conocida por sus tesoros enterrados.

El valle de Mai: aquí vais a encontrar la mayor concentración de palmeras productoras de coco de mar, con casi cuatro mil ejemplares. El bosque prehistórico de este valle forma parte del Patrimonio de la Humanidad.

Anse Lazio: la mejor playa de Praslin y, de hecho, una de las mejores del país, la vais a encontrar, en el extremo norte de la isla. Esta playa cuenta con una espléndida arena blanca y fina, algunas rocas graníticas redondeadas y unas aguas de un mágico color turquesa, con olas muy animadas.

Isla Cousin: situada a unos 2 km de la costa suroeste de Praslin, constituye una reserva natural desde 1968, pero eso sí, sólo las visitas organizadas disponen de permiso para recorrer la isla.

La Digue: situada a tres horas en barco desde Mahé o 30 minutos desde Praslin En la isla sólo hay 15 coches y el buey es el único medio de transporte (aunque se pueden alquilar bicicletas). Las playas de esta isla son de las más espectaculares que vais a poder encontrar a lo largo de vuestra estancia.