Llegaba la semana santa, y cómo no, tocaba salir a aprovechar unos días de vacaciones, y qué mejor destino que podíamos elegir que la Toscana. Sólo eran seis días los que íbamos a tener para disfrutar, pero iban a ser de lo más intensos. Visitar ciudades como Pisa, Florencia y Siena, disfrutar de los paisajes de la bella Toscana llena de viñedos, y recorrer los pequeños pueblecitos de esta zona era nuestra intención en estos días.
Como íbamos a quedarnos posteriormente en Roma, volamos hasta el aeropuerto de Fuimicino, para coger posteriormente un coche con el que acercarnos hasta ese zona todavía desconocida para nosotros. Eso sí, 4 horitas que tardamos en llegar hasta donde teníamos reservado el alojamiento, un pequeño pueblo llamado Montelopio, muy cerca de Peccioli. De todas formas, para viajar directamente a la Toscana, lo mejor es hacerlo en avión hasta el aeropuerto de Pisa o Florencia, y desde ahí se puede acceder a cualquier parte en coche en menos de una hora.
Aquí dejo un pequeño resumen de los pueblos que visitamos.
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