Llegada la tarde, llegamos a la ciudad que se considera primera rival de Florencia: Siena.
Poco tiempo disponíamos para disfrutar de esta ciudad, pero aprovechamos para ver lo principal, La plaza del Campo, el Palazzo Pubblico y la Catedral. Cabe destacar que solo recorrer las calles de Siena es un lujo para la vista de cualquier visitante que se quiera acercar a esta bella ciudad.
Siena se sitúa en el centro de la península italiana, a 70 kilómetros al sur de Florencia, desde donde se pueden encontrar buenas comunicaciones.
Qué hay que ver en Siena:
- La Plaza del Campo de Siena, la cual se encuentra inclinada y que parece un inmenso teatro, en cuya escena estaría el Palazzo Público, desde donde parten ocho líneas que dividen este inmenso graderío en nueve sectores, representando los nueve representantes que regían antaño esta próspera urbe.
- El Palazzo Pubblico, el cual lo podemos encontrar en el interior de la Plaza del Campo; en uno de los extremos del edificio se alza la esbelta torre, coronada por un atractivo remate de piedra blanca. Esta es la torre del Mangia, con 88 metros de altura. Se puede acceder a la torre, desde donde se divisa una buena vista urbana.
- La Catedral de Siena, iniciada en el siglo XII y finalizada en el XIV. El edificio es espectacular, tanto por dentro como por fuera.
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