Oia es el otro gran pueblo que uno no debe dejar de visitar en la estancia en Santorini. Sin duda, es el más bonito de toda la isla. Al igual que Fira, vamos a encontrar un montón de calles estrechas, edificios pintados de blanco y cúpulas en azul. Merece la pena perderse entre sus calles, las cuales están por cierto, llenas de tiendas y restaurantes, y disfrutar del encanto de una ciudad como la que probablemente pocas veces habremos visto.
Algo que no debéis perderos si el tiempo os acompaña son los atardeceres, puesto que son espectaculares, de hecho son muy famosos. Para llegar a Oia, tener que en cuenta que hay dos carreteras desde Fira, la primera que te lleva por la costa y es la más larga, está señalada por carteles, y la segunda, la más corta, está sin señalar y sale desde la zona más alta de la ciudad de Fira.
En cuanto a ir a comer o cenar, no sabría decidirme por un sitio en concreto. Es tal la variedad de sitios que la gran mayoría tienen buena calidad a buen precio. Eso si, varían a medida que te acercas más al borde la caldera. Cuanto mejor vistas tengan los restaurantes, más te van a cobrar. Si queréis cenar bien y a muy buen precio, buscar los restaurantes que se encuentran en la calle que baja desde la iglesia en la parte superior de la ciudad, es una calle bastante estrechita con 3 restaurantes muy recomendables.
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